¿QUÉ SON LAS INTOLERANCIAS A AZÚCARES?
Las intolerancias a azúcares están incluidas en las reacciones adversas a los alimentos, aunque conviene distinguirlas de las alergias y demás reacciones de hipersensibilidad inmunológicas.
Las intolerancias a azúcares son consecuencia de una incapacidad del aparato digestivo para asimilar estos componentes que se encuentran formando parte de muchos alimentos y algunos medicamentos. Esta capacidad provoca que los azúcares no sean absorbidos por la mucosa intestinal y por tanto que lleguen al intestino grueso de forma que van a ser accesibles a la flora que habita a este nivel . Fruto de la actividad metabólica de la flora se generan gases como el hidrógeno, y/o metano, entre otras sustancias, Además la presencia de estos azúcares va a provocar una mayor retención de líquidos a este nivel. El incremento de la producción de gases y de la retención de líquidos es el origen de las molestias digestivas características de las intolerancias a azúcares (gases, dolor abdominal, diarrea
,etc.)
¿POR QUÉ SE PRODUCEN LAS INTOLERANCIAS A LOS AZÚCARES?
La principal causa de que se produzcan intolerancias es el déficit o el mal funcionamiento de enzimas digestivas encargadas de descomponer o de transportar a través de la mucosa las moléculas de los azúcares.
Estas deficiencias pueden ser de origen genético, en cuyo caso, ocasionarán intolerancias irreversibles y su única solución será la supresión del azúcar en cuestión de por vida, o pueden ser provocados por causas funcionales, como una infección intestinal, la alteración de la mucosa producida en la enfermedad celiaca, el sobrecrecimiento bacteriano a nivel intestino delgado, etc. En estos casos, las intolerancias son reversibles en la medida en la que desaparece la causa que originó el problema.
¿CUÁLES SON LAS INTOLERANCIAS MÁS FRECUENTES?
La intolerancia más habitual es a la lactosa, azúcar contenido en los productos lácteos. A esta le sigue en frecuencia la intolerancia a la fructosa, que está presente en multitud de frutas y verduras. Y a esta la intolerancia al sorbitol, también presente en algunas frutas y en las algas rojas. Mucha menos incidencia tiene la intolerancia a la sacarosa, presente en la caña de azúcar y en la remolacha.
Todos estos azúcares también pueden hallarse como aditivos alimentarios o como excipientes utilizados en la elaboración de medicamentos.
¿CÓMO PUEDO SABER SI TENGO UNA INTOLERANCIA A ALGÚN AZÚCAR?
Hoy en día, el método analítica más utilizado es el test de aire aspirado, que consiste en medir los gases hallados en el aliento tras la ingestión de una cantidad controlada del azúcar a valorar.
La metabolización del azúcar por parte de la flora del intestino grueso ca a generar hidrógeno y/o metano, estos gases van a ser absorbidos, transportados por la sangre y eliminados a través de la vías respiratorios junto al anhídrido carbónico. Así pues, el aumento de la concentración de estos gases en el aliento tras la administración de un azúcar nos va a indicar que este ha llegado intacto al colon. Es decir, que no ha sido absorbido en el intestino delgado y por tanto que puede existir una intolerancia.
¿QUÉ VENTAJAS APORTA NUESTRO TEST DE ALIENTO PARA INTOLERANCIA A LA FRUCTOSA?
Es el test de aire espirado que presenta la gran ventaja de valorar al mismo tiempo hidrógeno, metano y anhídrido carbónico. Esta circunstancia permite que AIRTEST reduzca de forma significativa el número de falsos negativos y tenga un control sobre la calidad de la muestra, con respecto a otras pruebas de aliento que solo cuantificas hidrógeno.
TRASTORNOS QUE PROVOCA:
En este caso los síntomas son consecuencia de la fermentación de la fructosa por parte de la flora del intestino grueso: gases, flatulencias, dolor y distensión abdominal, diarrea, malestar, etc. Si la diarrea se prolonga en el tiempo puede ocasionar deficiencias en la absorción de nutrientes, pudiendo esta circunstancia ser el origen de otros problemas como alteraciones del desarrollo, fatiga, depresión, dolor de cabeza, confusión mental, irritabilidad, etc.
CONDICIONES DEL PACIENTE:
- No haber consumido ningún antibiótico, practicado colonoscopia, enema opaco, cápsula endoscópica o enteroscopia durante los 30 días previos a la realización de la prueba.
- 24 horas antes tiene que seguir una dieta sin fibra (no puede comer fruta, verdura, legumbres, embutidos, bebidas gaseosas y alimentos integrales).
- Puede comer carne o pescado a la plancha, huevo, pasta sin salsas, arroz blanco y pan tostado. Para la cena solo puede comer, carne o pescado a la plancha y tortilla francesa.
- No lavar los dientes, fumar, pintar los labios, beber agua ni consumir alimentos durante las 8 horas previas a la realización de la prueba.
- No hacer ejercicio físico al menos durante los 30 minutos previos a la realización del test.
- En caso de estar padeciendo diarrea es mejor posponer la realización de la prueba o consultarlo con su médico.
¿EN QUÉ CONSISTE Y CUANTO DURA LA PRUEBA?
Esta prueba consiste en medir la concentración de hidrógeno y metano en el aire espirado antes y después de administrar una disolución con una cantidad determinada de fructosa por vía oral, en intervalos de 25 minutos hasta el 175, por lo que el paciente permanecerá aproximadamente 3 horas en nuestras instalaciones.
RESULTADOS:
Los resultados estarán disponibles en 7 días laborales.
NECESITO UN RED FRUCTOSA (AIRE ESPIRADO) ¿QUÉ DEBO HACER?
Para realizar un RED FRUCTOSA (AIRE ESPIRADO) :
- Cumpla con la condiciones previas a la realización del RED FRUCTOSA (AIRE ESPIRADO).
- Nos pondremos en contacto con usted para darle una cita.