Los especialistas recomiendan realizar un análisis de sangre y orina al menos una vez al año ya que contienen las pruebas necesarias para valorar el funcionamiento de los riñones, del hígado, establecer el riesgo cardiovascular, la prevención y diagnóstico de diabetes, el padecimiento de inflamaciones o infecciones, la presencia de anemia y la prevención de ataques de gota.
En caso de padecer alguna enfermedad, será el especialista quien determine la periodicidad de las pruebas.